Construyamos un Sistema Educativo de Nivel Mundial – Una Vez Más

Debemos considerar a la educación como una inversión en la gente de California y en la futura fuerza laboral. Cada dólar que destinamos a hacer la educación más accesible es – en su expresión más básica – un dólar que retorna a nuestra economía. El camino para enfrentar la desigualdad y asegurarnos que cada niño aprenda y prospere comienza invirtiendo en nuestras escuelas públicas y confrontando el arraigado racismo estructural y las disparidades en la financiación educativa.

Fortalezcamos las Escuelas Públicas

Mis hijos asisten a las escuelas públicas de California. Desde el jardín de niños hasta la preparatoria, he visto la increíble dedicación de nuestros educadores y profesionales de apoyo educativo. Sin embargo, después de décadas de negligencia gubernamental y complacencia hacia los intereses especiales corporativos que quieren lucrarse con la educación, hoy esos recintos de aprendizaje se encuentran abarrotados y sub-financiados. Para construir nuevamente el mejor sistema educativo del mundo, debemos estar dispuestos a repensar e innovar la forma en que financiamos nuestras escuelas – porque lo que hemos estado haciendo no está funcionando. También necesitamos asegurarnos de que los fondos para la educación pública vayan a las escuelas públicas. Cuanto más ignoremos hacer inversiones significativas en los sistemas de educación pública de Estados Unidos, más niños, padres y maestros quedarán rezagados, y propiciará que nuestro sistema educativo caiga aún más en el desorden.

No podemos tener un sistema de educación pública de calidad sin educadores y profesionales de apoyo educativo (ESPs, por sus siglas en inglés) bien capacitados y respaldados. En este momento, los educadores y los ESPs están abandonando la fuerza laboral en masa debido a salarios bajos, jubilaciones inseguras y porque muchos no se sienten respetados y seguros en las escuelas. Necesitamos aumentar los salarios de los educadores y de ESPs, mejorar la seguridad en la jubilación para nuestra fuerza laboral educativa y oponernos a cómo los educadores y ESPs están siendo arrastrados a las guerras culturales.

Reduzcamos el Costo de la Educación Superior y Eliminemos la Deuda Estudiantil

Como defensora del consumidor y ex profesora, sé cómo los altos costos de la universidad y la creciente deuda estudiantil están frenando a los jóvenes – y, francamente, a toda nuestra economía. Es por eso que inicié la primera Caucus de Asequibilidad Universitaria, un grupo de miembros del Congreso comprometidos a reducir el costo de la universidad. Las familias trabajadoras y los jóvenes deben contar con la capacidad para obtener una educación superior sin verse cargados con décadas de deuda. Es por eso que estoy defendiendo legislación para frenar las escuelas con fines de lucro predatorias, proporcionar universidad pública gratuita y cancelar la deuda estudiantil para millones de prestatarios sobrecargados.